Los mayas se asentaron en lo que hoy es México, Guatemala, Belice, El Salvador y Honduras. No obstante, su área de influencia lo conforman todo Centro América, Colombia, Venezuela y en fin todos los países bañados por el mar Caribe. Aquí se encuentra “la tierra hermosa llena de deleites” como dice su teogonía, donde Dios creó al hombre nuevo y lo proveyó de variados alimentos para que su vida fuera feliz.

Esto es tácitamente cierto, la dieta maya es rica en triptófano, aminoácido esencial que eleva el ánimo y alegra el espíritu de la gente.

Un pequeño dilema para llevar a cabo esta dieta en los tiempos actuales es la dificultad en encontrar los alimentos autóctonos genuinos, tal es el caso de la miel de abeja de América considerada con más propiedades medicinales que la miel de abeja europea. En estas circuntancias se debe hacer una concesión, pero nunca usar la azúcar refinada.

Debido a lo anterior se recomienda pertrecharse de los alimentos poco comunes como el chocolate puro y la vainilla legítima, antes de iniciar esta dieta para completar un ciclo de cinco días.

Por otra parte, mientras se lleve la dieta se exhorta seguir estos lineamientos:
• Limitado uso de aceite y sal.
• Uso de lácteos sólo que sea imprescindible para el paladar, como es la preparación del chocolate caliente.